La sabiduría no es ruidosa, tampoco susurra.
Es una resonancia que te alinea hacia una mejor dirección es un saber que emerge con innegable claridad es una expansión que aligera la mente.
La sabiduría es gradual, suele mostrarte la misma verdad desde diferentes ángulos, hasta que por fin penetra tan profundo que se vuelve parte de tu ser.
A medida que tu sabiduría interior madura, se hace más fácil dejarte llevar, dejar de pelear contigo mismo y fluir con la naturaleza en lugar de ir en contra de ella.
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